Los 211 dientes de megalodón fueron entregados al INAH, que investigará si el tiburón prehistórico habitó aguas de México en el pasado.
El megalodón es el tiburón más grande que ha existido en nuestro planeta. Hace 3.6 millones de años, el superdepredador dominaba los mares tropicales y subtropicales alimentándose de ballenas, delfines y otros animales marinos de gran tamaño.
Debido a la dificultad para hallar restos bien conservados de megalodón, las estimaciones de su tamaño se basan únicamente en los dientes: con cinco hileras que concentraban 276 dientes y una fuerza de mordida diez veces mayor a la del tiburón blanco, las piezas más grandes jamás halladas de la especie alcanzan 19 centímetros.
De ahí que los cálculos consideren que un megalodón adulto podía alcanzar hasta 20 metros de longitud y poco menos de 50 toneladas de peso.
En julio de 2021, el estado de Quintana Roo al sureste de México fue testigo de un hallazgo fuera de lo común: Gustavo Martínez, un habitante de la localidad de Bacalar, contactó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para informar de un grupo de restos paleontológicos en su poder.
Se trataba de 211 piezas dentales de megalodón bien conservados y que por voluntad propia, entregó en la sede del Centro INAH en Chetumal. Según un comunicado oficial, el conjunto óseo llegó hasta Bacalar después de ser extraído de algún sitio paleontológico en México aún sin identificar.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia agradeció al ciudadano la entrega, toda vez que el comercio ilegal de fósiles y bienes culturales es una práctica común en el país. Tras una primera inspección a cargo de Ana Fabiola Guzmán Camacho y Joaquín Arroyo Cabrales de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Técnico, los dientes parecen ser piezas originales del tiburón prehistórico.
De ahora en adelante, el Instituto se encargará de resguardar, conservar, investigar y dar protección legal a los fósiles de megalodón.
La entrega es aún más relevante debido a que los restos de megalodón son poco frecuentes en México. Si bien existen algunos registros en la península de Baja California, algunos autores aseguran que es posible que el tiburón prehistórico también habitara Tabasco durante el Oligoceno, que terminó hace 23 millones de años.